Curso de Discipulado

Mucha gente seguía a Jesús, pero pocos realmente llegaron a ser discípulos suyos.
Un discípulo es alguien quién se compromete para adquirir un conocimiento práctico y/o teórico de un Maestro.
Este discipulado está destinado a que sigas las enseñanzas de Jesús, seas formado y corregido por el Espíritu Santo y que alcances el propósito por el cual el Padre celestial te formó.

Somos seres espirituales: cuerpo, alma y espíritu. Así como alimentamos el cuerpo y las emociones, del mismo modo hay que alimentar nuestro espíritu.

Jesús nos enseña en las Escrituras que se nos conoce por nuestros frutos (Mateo 7:16-20) y los frutos que debemos reflejar los creyentes son los frutos del Espíritu Santo que se mencionan en Gálatas 5:22-23 “Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales no hay ley”.

Cuando somos nueva criatura, se produce un cambio EN TODO NUESTRO SER. Jesús vino a sanar a los quebrantados de corazón.

La maldición es origen y resultado de la desobediencia a Dios – atentar contra Dios y Su Palabra o atentar contra el prójimo o contra uno mismo – Tú decides qué camino escoger, si el de la bendición o el de la maldición.

Jesús nos prometió una vida en abundancia. En esta clase se muestran los principios bíblicos para que puedas disfrutar esta vida en todas las áreas.

Todo en la creación está sujeto a autoridad. Dios te forma al establecer sobre tu vida autoridades (tus padres en casa, los maestros en la escuela, el jefe en el trabajo, las leyes civiles, etc.)

El bautismo es un mandato divino a quien recibe salvación.
Mateo 28:19 “Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.

Todos los discípulos de Jesús están llamados a servirle. Ora al Espíritu Santo que te muestre donde plantarte para crecer y dar muchos frutos.